miércoles, 30 de junio de 2010

Mitos, mitos y mitos...


Se considera que la sexualidad es exclusiva de las personas adultas, por lo que en la infancia y vejez no se tiene vida sexual ni intereses sexuales. Muchos de estos mitos son: "los bebés son asexuados", "cuando uno se hace viejo pierde el interés sexual", "los deseos sexuales aparecen hasta que se llega a la adolescencia", entre otros. Lo importante es saber que la sexualidad está presente durante toda la vida, y que lo que cambia en los distintos períodos de la vida son las manifestaciones de la sexualidad. Es decir, que de niños (as) viven la sexualidad de una forma, y que cuando son adolescentes, adultos o ancianos la expresan de manera diferente.

martes, 29 de junio de 2010

Cortometraje: A PRIMERA VISTA (AT FIRST SIGHT)

http://www.youtube.com/watch?v=5IEahrtc2-w

dejo un vínculo para que vean este hermoso documental.
Se trata de un "coqueto" adulto mayor que al sentarse en una banca en una plaza se sienta a observar un desfile de mujeres, ante las cuales actúa con simpatía...
tras varias mujeres, una capta su atención... se acercan y cuando el está decidido a actuar ella toma la iniciativa, mostrándole una foto de ellos, casados.
Todo concluye cuando nos damos cuenta que aquel tierno viejito sufre de alzheimer, y que ella, la que más llamó su atención era su esposa, quien día a día lo ib a buscar a esa misma banca, como una interminable muestra de amor y fidelidad.
Esto demuestra claramente la sexualidad del adulto mayor, que más que cubierta de sensualidad, copulación y desnudez, se cubre de ternura, compañerismo y fidelidad.

Los invito a verlo!

Viejos Verdes


Incomprendidos por la sociedad, mirados con repugnancia, los llamados "viejos verdes" pueden llegar a ser un gran temor para padres... pero ¿cuál es su razón de ser?...
sabemos que en la adultez mayor hay una percepción de pérdida por parte del adulto mayor, que lo lleva a "aferrarse" a cualquier cosa con tal de no sentir que pierde su rol, su atractivo, su energía sexual, y que puede continuar compitiendo...
por eso, antes de juzgar pensemos en nuestro actuar frente a la pérdida de lo que más amamos, y lo que tal vez nos hace sentir vivos...

¿Qué es la sexualidad?

"Cuando era joven, el simple hecho de rozar con mi mano la pierna de mi mujer me hacía vibrar y sublimarme; hoy, después de muchos años, el roce físico ya no remece mi imaginación ni mis sentidos, pero si mi mujer perdiera esa pierna, sería como si la hubiese perdido yo".
Miguel de Unamuno
Sexualidad. La palabra evoca afecto, comunicación y juventud. La combinación de sexualidad y geriatría pudiera llevarnos a reaccionar con ideas de frustración, imposibilidad e impotencia. La función sexual se ha definido como un proceso de integración emocional, corporal, intelectual y de aspectos sociales, donde la sexualidad es la conducta que asume el individuo con relación a su sexo. La sexualidad geriátrica puede ser definida como una "expresión psicológica de emociones y compromisos, que requiere la mayor cantidad y calidad de comunicación entre compañeros, en una relación de confianza, de amor, de compartir placer con o sin coito".
La sexualidad incluye todas las formas de expresión, desde la aproximación, el tacto, la intimidad emocional, la compañía, la masturbación y no solamente el coito. Es una parte importante y siempre posible entre el hombre y la mujer, que en la vejez debe continuar siendo una fuente de placer y no una fuente de inquietud y frustración.
¿Se pierde el interés con la edad?
Un reciente estudio observó que un 75% de los hombres permanecen sexualmente activos durante la séptima década de la vida, y que en un porcentaje equivalente de mujeres permanece la capacidad de orgasmo. Otros expertos estudiaron la persistencia del interés sexual, encontrando que los hombres entre los 60 y 65 años de edad presentaban entre un 77% y un 88% de interés sexual, que disminuía al 50- 72% entre los 88 y más años. En las mujeres entre 60 y 65 años este interés oscilaba entre 50% y 71% y disminuían a porcentajes de 19% a 33%, entre los 78 y más años.
Estas cifras nos demuestran en parte el impacto de los cambios psicológicos y fisiológicos asociados al envejecimiento, donde la aparición de consultas por problemas sexuales requiere por parte del médico, una correcta evaluación de la función sexual, que en el anciano debe ser siempre global, tomando en cuenta los factores que influyen en el comportamiento sexual del anciano, tales como: la salud general, la disponibilidad de compañero-a, la personalidad, las actitudes, el nivel sociocultural, las creencias sexuales, etc.
¿Se producen cambios en la función sexual al envejecer?

A la esperada disminución con la edad de los niveles de hormonas sexuales como la testosterona en el hombre, y la progesterona y los estrógenos en la mujer, se agregan las consecuencias de esto, que son principalmente:
En el hombre disminuye la producción de espermatozoides, el tamaño testicular, la viscosidad del fluido seminal y la fuerza de las contracciones de una próstata aumentada de tamaño, provocando una respuesta a la excitación más lenta, erección menos firme, ausencia de eliminación de líquido preeyaculatorio, orgasmos de duración disminuida, y aumento del tiempo en volver al estado previo a la estimulación.
En la mujer se produce una respuesta más lenta a la excitación, una reducción de la lubricación y por lo tanto un coito más doloroso, disminuye la duración y el número de orgasmos. También se tarda más tiempo el volver a la fase preestimulatoria, pero la capacidad multiorgásmica está conservada.
¿Qué es la disfunción sexual?
Se define como cualquier problema del comportamiento sexual que hace a la expresión sexual insatisfactoria para el individuo. No debe considerarse una consecuencia del envejecimiento, sino una entidad clínica cuyo origen debe ser estudiado. Se catalogará como Primaria si el problema se evidencia al comienzo de la vida sexual y Secundaria si ello ocurre en el curso de la vida sexual. Es la disfunción sexual secundaria la que afecta al paciente anciano, siendo generalmente resultado de una enfermedad concomitante y, en muchos casos es ocasional ocurriendo en menos del 50% de los encuentros sexuales.
¿Qué problemas sexuales tienen los mayores?

Las queja más frecuente en el adulto mayor si es hombre es la disfunción eréctil seguida por la eyaculación precoz y retardada; en tanto, en las mujeres ancianas son individuales las quejas por dispareunia y anorgasmia, seguidas por el vaginismo o útero espástico.
Cabe señalar, que una serie de enfermedades que frecuentemente se presentan en la edad avanzada, pueden afectar en forma importante a la función sexual, enfermedades tales como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, depresión, demencia, alcoholismo, cáncer, enfermedades de los huesos y las articulaciones, etc. Por otra parte, los medicamentos que muchas veces los pacientes reciben de por vida para sus enfermedades, necesitan una detenida valoración, tanto desde el punto de vista de sus efectos como de sus beneficios e interacciones. Constituyen en los ancianos una de las principales causas de disfunción sexual independientemente de sus efectos beneficiosos.
¿Cómo estudiar una disfunción sexual?
El diagnóstico de disfunción sexual se hace del mismo modo que otros diagnósticos médicos, es decir, basándose en una historia clínica completa, con énfasis en las esferas biológica, funcional, mental y social del anciano. Muchas veces basta una buena entrevista para aclarar muchas dudas y resolver bastantes problemas. De ser necesario se pueden realizar pruebas complementarias que orienten acerca de su causa y derivar al especialista más indicado en caso de ser necesario.

(saludalia.com)

La Sexualidad en el Adulto Mayor

El comportamiento sexual de la vejez es un reflejo de la conducta sexual que ha mantenido un individuo durante toda la vida. Si durante la vida el individuo se opuso a la demostración o a mantener una conducta sexual abierta, en la vejez se opondrá mucho más a esto.

Debemos ponernos en el contexto de un adulto mayor: hay cambio de roles dentro de su familia, que lo “mueven” del rol que había llevado antes. Además, disminuye su movilidad y flexibilidad, hay un deterioro de memoria, una desvinculación (relacionada con la jubilación). Todo esto produce una sensación de inutilidad.
Se altera la valoración social del individuo, produciendo inseguridad en un entorno poco amigable. Esto se expresa a través de conductas “extrañas”, como masturbarse en forma compulsiva, tener comportamientos de querer conquistar mujeres jóvenes. Se dice entonces que el hombre ingresa a la andropausia.
Puede manifestar esta conducta sexual compulsiva a través de la coprolalia, o tener el llamado “ojo sexual”, encerrándose en baños, o a través del voyeurismo.
Por otro lado están los cambios biológicos, que contribuyen en la sensación de incompetencia. Está las enfermedades crónicas, la pérdida de la pareja en algunos casos, un escaso NSE (jubilación), la depresión y el cambio de roles del que hablaba anteriormente.
¿Pero como se modifica realmente la conducta sexual del individuo?
Se producen cambios en la función sexual. El coito ya no es el centro del placer, sino que ahora lo es el contacto corporal, la comunicación, la seguridad emocional que da el sentirse querido.
Biológicamente, el proceso de envejecimiento sexual comienza entre los 30 a 35 años de edad, variando de persona en persona. Es un proceso lento.
El acto sexual de la juventud es muy diferente al que ocurre en la vejez. En esta última etapa de vida cobra más importancia la cercanía y la intimidad corporal que el coito en sí.

En el varón se produce con la vejez una disminución del número de espermios y en su capacidad de movimiento; el semen disminuye en forma paulatina a partir de los 40 años. Se requiere más tiempo para lograr la erección. El hombre joven en promedio requiere de 15 segundos para lograr la erección. El adulto mayor requiere el doble y a veces el triple de este tiempo.
El músculo cremástero se desgasta y tiende a “colgar”. Los vasos sanguíneos pierden elasticidad. La detumescencia se produce en un menor periodo.

En la mujer hay una redistribución de grasa, disminución de la fuerza muscular, modificación en la distribución del vello, cambios osteoarticulares que favorecen la tendencia de padecer osteoporosis.
En las mamas, el tejido glandular es sustituido por tejido graso y la piel pierde elasticidad, en grado suficiente como para demostrar de manera importante su posición en el tórax.
La lubricación vaginal desaparece, la musculatura pierde elasticidad, comienza a caerse el vello púbico, se rechaza la penetración por la presencia de dispareunia.

Entonces la actividad sexual se centra en la conversación en pareja, en la masturbación en el hombre, o la lectura erótica en las mujeres. Aparece el enamoramiento paradojal.

La sexualidad

Recordemos que la sexualidad se encuentra presente durante toda la existencia humana, pero en la adolescencia se vive y manifiesta de manera un poco diferente a como se expresa en otras etapas de la vida. En este período surgen sensaciones e impulsos de tipo sexual que se encuentran relacionados con los cambios biológicos que enfrentan todas y todos las adolescentes. Los cambios hormonales provocan que se tengan deseos y fantasías eróticas, que se quiera sentir placer físico a través del propio cuerpo y del cuerpo de otros, especialmente de quien te gusta.

Estas sensaciones generalmente te toman por sorpresa, por eso la angustia, el temor, la incertidumbre y la confusión revolotean en tu cabeza, más aún si no se tiene la información necesaria para comprender mejor lo que te está pasando, o si no se cuenta con personas confiables que te puedan escuchar y orientar seriamente.

jovenes_salud.jpgLa forma de vivir estos cambios y procesos tiene que ver con características personales (como el sexo, la edad o la personalidad) y sociales (la cultura, el nivel educativo, la religión, etc.), así como con las reacciones y demandas del mundo que te rodea. Resulta común que, en los primeros años de la adolescencia, las y los jóvenes se aíslen un poco del mundo que les rodea, prefiriendo pasar más tiempo a solas consigo mismas/os. Esto se encuentra relacionado con la sensación de incomodidad con el cuerpo por lo rápidos y fuertes que son los cambios. Es aquí cuando vuelve a aparecer la autoestimulación (ya que de niños o niñas también se viven estas experiencias, solo que no tienen por finalidad alcanzar el orgasmo sino explorar el cuerpo) y las fantasías (o “soñar despierto”) que permiten liberar los deseos e impulsos sexuales que se están sintiendo.

eventoyx9.jpgSin embargo, la autoestimulación suele ser una actividad muy común durante toda la adolescencia, no solo al inicio. Además, esta cumple un papel muy importante, ya que permite explorar el cuerpo, conocer más sobre los genitales y su funcionamiento, así como liberar energía sexual. También la autoestimulación posibilita a la persona fantasear y prepararse para las relaciones genitales en pareja. Conforme se va viviendo una mayor adaptación a los cambios del cuerpo, las amistades con personas del mismo sexo ocupan un lugar muy importante. Es frecuente que se tenga un mejor amigo o mejor amiga, con quien se comparten secretos, confidencias, tristezas y alegrías, así como los deseos más profundos. Con esta persona se quiere estar todo el tiempo, así que cuando no pueden verse, las conversaciones telefónicas, cartas o mensajes son interminables.

También se suele tener un grupo de amigos o amigas del mismo sexo. En estos grupos comparten experiencias, angustias y deseos; también se cuentan las cosas que les ha pasado con la persona que les gusta, y eso ayuda a tranquilizar la inseguridad y dudas que estos encuentros generan.

pareja_n.jpgAl final de la adolescencia, y gracias a que se tiene una identidad más estable y mayor seguridad en la forma de relacionarse con los otros, la necesidad de estar en el grupo de amigos o amigas va desapareciendo porque se prefiere tener más tiempo para compartir a solas con la pareja. Esto no quiere decir que no se tienen amistades con personas del mismo sexo, sino que la relación cambia y se valora más la intimidad. Con respecto a las relaciones amorosas, al inicio de la adolescencia las y los jóvenes van descubriendo que sienten interés y atracción hacia otras personas, pero esos sentimientos se esconden y ocultan. Luego se experimentan muchos deseos de resultarle atractivo o atractiva a alguien más, por lo que pasan horas frente al espejo, buscando nuevas formas de peinarse o vestirse, por ejemplo.

Después se vive el enamoramiento. Son muy comunes los “amores imposibles”, al enamorarse de personas mayores o inaccesibles. Esto tiene un propósito muy importante: dar seguridad; lo cual se logra al imaginar o fantasear lo que se quiere, desea y haría, sin tener que enfrentar en la realidad a la persona amada. Con el paso del tiempo, los jóvenes se van sintiendo más a gusto y seguros de sí mismas/os al estar en contacto con personas del otro sexo.

love.jpgGeneralmente en la mitad de la adolescencia se vuelven más comunes las relaciones de noviazgo, que son cortas pero muy románticas e intensas. Más adelante, las relaciones amorosas se vuelven más duraderas y estables, caracterizadas por una mayor preocupación por lo que siente y desea la pareja. En estas épocas también surge la preocupación por decidir si se tienen relaciones sexuales genitales o coitales.

Además, en la adolescencia se consolida la identidad sexual, es decir, la forma en que una persona se siente, en lo más íntimo de su ser, como hombre o como mujer. A pesar de que esta identidad es producto de un largo proceso que inicia desde la niñez, en la adolescencia “se pone a prueba y se ensaya” a través de todas esas conductas hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, a las cuales nos referimos anteriormente.

La identidad sexual permite que las personas puedan sentirse, reconocerse y actuar como hombres o mujeres. También aclara las ideas, sentimientos y significados que se tienen con respecto al propio sexo y al sexo contrario. La identidad sexual nos permite diferenciarnos como hombres o como mujeres.